Parece que un día amanecí con ojos de turca. Me lo dijo un
hombre mientras cruzaba la calle mirándome fijo. Las telas no me dejaban verle
bien el rostro, mi perspectiva se fragmentaba por los retazos de seda. Ver el
mundo con ojos de turca no es fácil, una tiene ojos grandes y profundos, ve más
cosas de las que le gustaría en este mundo. Nuestras almas son más vulnerables,
cada mirada es un viaje directo a nuestro interior. Por eso es que vivimos con
más temor, porque vemos de forma clara el sufrimiento. Somos transparentes y
cargamos con lo trascendente. La mirada nos provoca y con la mirada provocamos.
La mirada penetrante es por no tener manos.
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Maravilloso este post.
ResponderEliminarMe recuerda esta cancion
Yo vendo unos ojos negros,
quien me los quiere comprar,
los vendo por embusteros,
porque me han pagado mal.
Ojos negros traicioneros,
porque me mirais asi,
tan alegres para otros,
y tan tristes para mi.
Mas te quisiera,
mas te amo yo
y toda la noche la paso
suspirando por tu amor.
Mas te quisiera,
mas te amo yo
y toda la noche la paso
suspirando por tu amor.
Las flores de mi jardin,
con el sol se descoloran,
y los ojos de mi negra,
lloran por el bien que adoran.
Yo vendo unos ojos negros,
quien me los quiere comprar,
los vendo por embusteros,
porque me han pagado mal.
Mas te quisiera,
mas te amo yo
y toda la noche la paso
suspirando por tu amor.
Mas te quisiera,
mas te amo yo
y toda la noche la paso
suspirando por tu amor.
Besos!
A.-