Ella es bruma de sensaciones. La manosean y hablan en su nombre quienes
no ven más que formas de extirparle su oro, que de afuera la hace ver más bella.
Ella en el interior se retuerce, tiene huecos irremediables que crecen. Por
partes se achata y se seca, allí las heridas se le hacen más tajantes y más le
duelen. Ella aún tiene memoria pero sus voceros la enmudecen, algunos pobres
infelices así la quieren. Pero ella tiene aires de gloria, de una grandeza que
enorgullece, y si enloquece ni te cuento lo que parece. Arde por dentro y por
fuera, grita hasta por donde pueda. Y es que así es que como le han enseñado, a
luchar por lo que merece. Ella es cuna de sueños que aún no han florecido.
Tiene el paisaje más colorido que cualquiera hubiese imaginado, y por eso
quienes la han caminado saben lo que digo. Ella es germen de trigo aún no
germinado, de lo que aún no ha nacido. Ella es bandera del que no se da por
vencido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Yo soy de tal condición
ResponderEliminarque me habrás de maldecir,
porque tendrás que vivir
en eterna humillación.
Soy el alma, la visión,
el hermano de Luzbel
que imponente como él,
como él blasfema y grita.
¡Sobre mi testa gravita
la maldición del laurel!
Yo soy un palmar plantado
sobre cal y pedregullo:
la floración del orgullo,
del orgullo sublimado.
Soy un esporo lanzado
tras la procesión astral;
vil chorlo del pajonal
que al par del águila vuela . . .
¡Sombra de sombra que anhela
ser una sombra inmortal!
Jorge Luis Borges (el mismo que defendió a la dictadura, y se enorgulleció de estar en el Chile del Pinocho)
Claramente no era el intelectual orgánico de Gramsci..
ResponderEliminarError, si era el intelectual orgánico, de la derecha.
ResponderEliminarTenés toda la razón es lo que pensé cuando terminé de escribir el comentario, pero como se nota que ni si quiera concibo la idea de un intelectual de ese tipo..
ResponderEliminar