Un hombre que huele a café sin vencimiento
despierta, y tiene mal aliento,
resabios matutinos de hotel alojamiento
donde anoche, impasible, agotó su ser gediento.
Despierta sólo, y de modo violento,
corrompido por el viejo idilio, del enamoramiento.
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Belu, me acorde de cuando escribiamos haikus delirantes en la clase con agus mientras nos atormentabas con canciones de miranda. Me gusta como escribis che, ese decir sin decir que termina diciendo jej.
ResponderEliminarUn abrazo che! cuando quieras pasa por aca.
http://queati.blogspot.com/
hola, me gusta cómo escribis. había entrado hace rato ya. y la pipicucu esta buenisima tmb. es feo no el aliento a café ya viejo en la boca?
ResponderEliminarsaluditos
Pol! gracias por tu comentario.. yo tambien anduve por tu blog y me gustaron mucho las fotos del campo! Salud!
ResponderEliminarBendito sea el olor a café, salga de un hombre molido o un polvo instantaneo! Ahora si, el olor al enamoramiento eso si que no.
ResponderEliminarUhh "un hombre molido" esa me gustó..
ResponderEliminarComo me gustaría que recuerdes que momento era cuando escribiste esto.
ResponderEliminarY también quiero que sepas que cuando un gediento agota su espíritu de tal, florecen los retoños escondidos tras la gran flor gedienta.