04 junio 2016

Yo también estaba buscando a una madre

Una con fuerza de roble, incansable. La calidez de un pecho donde apoyar las mejillas mojadas. La sensibilidad despierta a cualquier hora de la madrugada. La comida caliente y el abrigo. Las peleas sin sentido. El miedo al vacío y la inexplicable necesidad de tener todo bajo control. La creación en el máximo esplendor de un vientre fortalecido. La conexión con la matriz de todo lo acontecido.

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