05 diciembre 2009

Mandalítico

No imites si te reconoces humano
No apliques lo que esté más a mano
No parlotees cual discurso italiano
No pisotees ni cabeza ni manos
No idealices si no es algo mundano
No critiques si va a ser en vano

Más bien ven hermano y échame una mano!

Cambiemos los ritmos del mundo a los del son cubano!

7 comentarios:

  1. Volverá la alegría
    a enredarse con tu voz.
    A medirse en tus manos
    y a apoyarse en tu sudor.
    Borrará duras muecas pintadas
    sobre un frágil cartón de silencio
    y el aliento de murga saldrá...

    A redoblar, a redoblar.....
    A redoblar muchachos esta noche,


    cada cual sobre su sombra,
    cada cual sobre su asombro
    a redoblar, desterrando,
    desterrando la falsa emoción,
    el "la-la-la", el beso fugaz,
    la mascarita de la fe.
    A redoblar muchachos que la noche
    nos presta sus camiones
    y en su espalda de balcones
    y zaguán, nos esperan,
    nos esperan otros redoblantes,
    otra voz, harta de sentir,
    la mordedura del dolor.

    A redoblar muchachos la esperanza.
    Que su latido insista
    en nuestra sangre
    para que ésta nunca olvide su rumbo.

    Porque el corazón no quiere
    entonar más retiradas.


    Porque el corazón no quiere...

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  2. Muy bueno! Hace tiempo no chequeaba mi propio blog y se me dio por entrar hoy y pum!comentario de anonimo.. a ver cuando da la cara..

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  3. ¿Estas segura que queres que de la cara? ¿no era que "Por más tierna o ferviente que sea, la caricia está animada por el deseo de hacer inofensivo al otro, de desarmarlo, de transformarlo en un objeto y cercarlo dentro de los límites de su puro estar presente para que no me trascienda por todas partes"?

    Mientras yo sea un comentario anonimo, soy inofensivo.

    Ademas, ya me conoces. Estoy seguro que mi nombre resuena en tu cabeza cuando lees lo que torpemente escribo.

    Pensá bien si queres corporizarme, si queres que ese anomimo se transforme en alguien de carne y hueso.

    Por ahora, me despido con otro regalo, este de Gabriela Mistral.

    Hay besos que pronuncian por sí solos
    la sentencia de amor condenatoria,
    hay besos que se dan con la mirada
    hay besos que se dan con la memoria.

    Hay besos silenciosos, besos nobles
    hay besos enigmáticos, sinceros
    hay besos que se dan sólo las almas
    hay besos por prohibidos, verdaderos.

    Hay besos que calcinan y que hieren,
    hay besos que arrebatan los sentidos,
    hay besos misteriosos que han dejado
    mil sueños errantes y perdidos.

    Hay besos problemáticos que encierran
    una clave que nadie ha descifrado,
    hay besos que engendran la tragedia
    cuantas rosas en broche han deshojado.

    Hay besos perfumados, besos tibios
    que palpitan en íntimos anhelos,
    hay besos que en los labios dejan huellas
    como un campo de sol entre dos hielos.

    Hay besos que parecen azucenas
    por sublimes, ingenuos y por puros,
    hay besos traicioneros y cobardes,
    hay besos maldecidos y perjuros.

    Judas besa a Jesús y deja impresa
    en su rostro de Dios, la felonía,
    mientras la Magdalena con sus besos
    fortifica piadosa su agonía.

    Desde entonces en los besos palpita
    el amor, la traición y los dolores,
    en las bodas humanas se parecen
    a la brisa que juega con las flores.

    Hay besos que producen desvaríos
    de amorosa pasión ardiente y loca,
    tú los conoces bien son besos míos
    inventados por mí, para tu boca.

    Besos de llama que en rastro impreso
    llevan los surcos de un amor vedado,
    besos de tempestad, salvajes besos
    que solo nuestros labios han probado.

    ¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
    cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
    y en los espasmos de emoción terrible,
    llenáronse de lágrimas tus ojos.

    ¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
    te vi celoso imaginando agravios,
    te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
    y qué viste después...? Sangre en mis labios.

    Yo te enseñe a besar: los besos fríos
    son de impasible corazón de roca,
    yo te enseñé a besar con besos míos
    inventados por mí, para tu boca.

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  5. Tenes mucha razón, a veces se me confunden los espacios entre el lenguaje y el cuerpo.. creo que no quiero corporizarte.. cuánto hay de cuerpo en nuestras escrituras! y sin embargo no logro reconocerte, eso es lo que me incita a decirte que "des la cara", pero no, mejor asi..

    Y como interpreto a Finkielkraut, "la caricia está animada por el deseo de hacer inofensivo al otro" es justamente el deseo, el otro nunca es inofensivo, vos como comentario anónimo no sos inofensivo, a mi me trasciende por todas partes..

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  6. Debo admitir que me siento un poco como el murguista de la canción, haciendo reverencias a princesas que ni saben de mi existencia...

    Soy consciente que no vas a hacerme inofensivo a fuerza de caricias, pero desde aca, renuevo mi reverencia, ante una mujer tan buena, y tan linda.

    Colombina, de Jaime Ross

    En el tumulto de los húsares de Momo
    encandilado por las luces de otro barrio
    Aquel murguista saludando con su gorro
    se despedía como siempre del tablado

    Entre la nube de pintados chiquilines
    vio la sonrisa que enviaba una princesa
    Entre los rostros de mezclados colorines
    Dudó si era para él la gentileza

    Y por si acaso dedicó una reverencia
    a la muchacha que en la noche se quedaba
    En el momento de partir la bañadera
    volando un beso se posaba en su ventana

    Y paso a paso la ansiedad lo malhería
    quedaba poco del noctueno itinerario
    Uno tras otro los cuplés se sucedían
    Se retiraban del último escenario

    Tiró el disfraz en el respaldo del asiento
    Borró los restos de pintura con su mano
    Volando un tacho lo llevaba contra el viento
    La vio justito a la salida del tablado

    "Cómo te va", dijo el murguista a la muchacha
    Que lo cortó con su mirada indiferente
    Le dijo "Bien" y lo dejó como si nada
    Nuevamente ...
    La princesa ...
    Se perdía entre la gente

    Que no se apague nunca el eco de los bombos
    Que no se lleven los muñecos del tablado
    Quiero vivir en el reinado del Dios Momo
    Quiero ser húsar de su ejército endiablado


    Que no se apaguen las bombitas amarillas
    Que no se vaya nunca más la retirada
    Quiero cantarle una canción a Colombina
    Quiero llevarme su sonrisa dibujada

    Me llevo conmigo tu sonrisa, y eso es un ragalo que en toda mi vida no voy a poder agradecer. Sonrisa robada con un par de chistes malos, pero efectivos.

    Se que todo lo que reciba de ahí en adelante, es lujo.

    No espero, ya, una caricia. Siquiera tengo la esperanza de volver a cruzarme con vos.

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  7. Con tu puedo y con mi quiero
    vamos juntos compañero

    compañero te desvela
    la misma suerte que a mí
    prometiste y prometí
    encender esta candela

    con tu puedo y con mi quiero
    vamos juntos compañero

    la muerte mata y escucha
    la vida viene después
    la unidad que sirve es
    la que nos une en la lucha

    con tu puedo y con mi quiero
    vamos juntos compañero

    la historia tañe sonora
    su lección como campana
    para gozar el mañana
    hay que pelear el ahora

    con tu puedo y con mi quiero
    vamos juntos compañero

    ya no somos inocentes
    ni en la mala ni en la buena
    cada cual en su faena
    porque en esto no hay suplentes

    con tu puedo y con mi quiero
    vamos juntos compañero

    algunos cantan victoria
    porque el pueblo paga vidas
    pero esas muertes queridas
    van escribiendo la historia

    con tu puedo y con mi quiero
    vamos juntos compañero.

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