30 julio 2016

La tormenta


Desperté. Estaba empapada, el pelo me pesaba y tenía fríos los pies. El sol disparaba destellos en el agua que ahora podía ver con más claridad, por estar cerca.
Gire sobre mi propio eje y me zambulli en la profundidad del lago, cuando volví a salir para tomar aire el sol ya no estaba.