10 septiembre 2012


Ella es bruma de sensaciones. La manosean y hablan en su nombre quienes no ven más que formas de extirparle su oro, que de afuera la hace ver más bella. Ella en el interior se retuerce, tiene huecos irremediables que crecen. Por partes se achata y se seca, allí las heridas se le hacen más tajantes y más le duelen. Ella aún tiene memoria pero sus voceros la enmudecen, algunos pobres infelices así la quieren. Pero ella tiene aires de gloria, de una grandeza que enorgullece, y si enloquece ni te cuento lo que parece. Arde por dentro y por fuera, grita hasta por donde pueda. Y es que así es que como le han enseñado, a luchar por lo que merece. Ella es cuna de sueños que aún no han florecido. Tiene el paisaje más colorido que cualquiera hubiese imaginado, y por eso quienes la han caminado saben lo que digo. Ella es germen de trigo aún no germinado, de lo que aún no ha nacido. Ella es bandera del que no se da por vencido.